Colposcopía
La colposcopia es un procedimiento diagnóstico que permite examinar de forma detallada la vagina y el cuello uterino mediante un dispositivo óptico denominado colposcopio. Este instrumento, similar a un microscopio binocular con diferentes aumentos y fuente de luz incorporada, permite visualizar lesiones invisibles a simple vista. También puede conectarse a una cámara para grabar o proyectar las imágenes.
¿Cuándo se indica una colposcopia?
La colposcopia se utiliza principalmente como herramienta de seguimiento ante resultados anormales en una citología cervical (prueba de Papanicolau), para detectar lesiones o anomalías. Entre sus principales indicaciones se incluyen:
Células precancerosas o cancerosas
Verrugas genitales (posible signo de infección por VPH)
Pólipos benignos
Inflamaciones vaginales (colpitis) o cervicales (cervicitis)
Además, es habitual realizar una colposcopia antes de una biopsia, para identificar con precisión el área a muestrear.
¿Qué esperar durante la colposcopia?
Puede sentirse presión o molestia al insertar el espéculo.
Es común experimentar una sensación de escozor o ardor tras la aplicación de los líquidos reveladores.
Si se realiza una biopsia, puede notarse un pinchazo o dolor similar al de un cólico menstrual.
Respirar lentamente ayuda a reducir la incomodidad.
Tras la biopsia, se aplica un medicamento local para detener el sangrado.
Duración del procedimiento
El examen completo, incluida la posible biopsia, suele durar entre 5 y 10 minutos.
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